El video presenta a una chica de 18 años atrapada robando en una tienda. La chica es llevada a una habitación y castigada por el dueño de la tienda. El dueño de la misma decide recompensar a la chica con un encuentro sexual. La chica, claramente aterrorizada y avergonzada, se ve obligada a realizar una variedad de actos sexuales en la solicitud de los dueños de la corrida. El video está lleno de momentos espeluznantes e incómodos mientras el dueño de dicha tienda domina y humilla a la chica. El cuerpo de la chica se usa como un juguete para el dueño de esta tienda, quien se complace al ver a la chica sufrir. El video termina con el dueño de ella eyaculando en la cara de la chica, dejándola con un recordatorio permanente de su acto vergonzoso. Este video no es para los débiles de corazón. Es una exploración oscura e inquietante de la dinámica del poder y la explotación sexual de las chicas jóvenes y vulnerables.