El vídeo presenta a una joven pelirroja que es sorprendida con las manos en la masa por un oficial de policía mientras comete un robo.El oficial es visto interrogando a la teen, que está visiblemente nerviosa y disculpa.El oficial luego procede a castigar a la adolescente de una manera bastante poco convencional, ya que el vídeo es grabado en imágenes secretas de la cámara.El oficial saca su pistola y hace que la adolescente le haga sexo oral, mientras que él también la obliga a hacerle cunnilingus.Toda la escena está capturada en cámara, con el oficial asegurándose de documentar cada detalle del castigo.A la joven peliroja se le ve llorando y pidiendo perdón, pero el oficial es implacable y la sigue castigando.El vídeo es un claro ejemplo de cómo el poder puede corromper y cómo la ley puede ser abusada por beneficio personal.A pesar de la polémica naturaleza del vídeo, se ha convertido en un golpe popular entre los espectadores que disfrutan viendo la dinámica de poder de la autoridad y la sumisión.