Después de un día de clases, tropiezo con mi hermanastra recostada en su cama.Su voluptuosa figura es imposible de resistir, y me atraigo hacia sus amplias curvas.Con ansia, deleito su delicioso cuerpo, saboreando cada centímetro.Ella me corresponde habilidosamente, complaciéndome con su boca.El sabor de ella, su aroma, todo me embriaga.Nuestros cuerpos se entrelazan en un abrazo acalorado, nuestros gemidos llenando la habitación.Nos turnamos para explorarnos, nuestros deseos escalando.La tomo por detrás, su dulzura me envuelve.Luego, ella se monta a horcajadas, su cuerpo moviéndose rítmicamente.Este es nuestro nuevo normal, nuestro encuentro privado, decadente, escape.Nuestros son un testimonio de nuestra pasión compartida, un baile de deseo y realización.