Como hombre de años maduros, llevo bastante tiempo guardando un secreto de mi familia.Mi sobrina, una joven de 18 años con una inclinación por la promiscuidad, me ha estado planteando seductoramente a cambio de un helado.Recientemente, descubrí que no solo es una adolescente guarra, sino también una estudiante de medicina.En un giro del destino, se encontró en el hospital, no como paciente, sino como cuidadora.Fue entonces cuando decidió llevar su conocimiento médico a un nivel completamente nuevo, examinando las propiedades de sus pacientes.Pero la verdadera excitación comenzó cuando regresó a casa, desnudándose hasta su ropa interior y uniéndose a mí para una sesión caliente de sexo adolescente.Esta puta joven, con su culo grande y sus lindos lentes, no es solo una adolescente caliente con grado médico, sino una verdadera puta familiar que sabe cómo hacer buen uso de sus habilidades.