Crystal Chase, pillada robando en una tienda, busca persuadir al Oficial Calvino para que no denunciara su delito

En un atrevido acto de rebeldía, la seductora Crystal Chase se encontró en un cargo precario, pillada con las manos en la masa mientras robaba en una tienda.Su única esperanza era convencer al oficial Calvin de que no la denunciara, llevándola a su despacho.Con una mezcla de miedo y desesperación, abogó por su caso, ofreciendo sus deliciosos bienes por su placer.El oficial Calvin, intrigado por su audacia, decidió darle una prueba de lo que le esperaba si debía ser arrestada.Desbrochó su uniforme, revelando su impresionante hombría, que Crystales tomó ansiosamente en su boca.Como hábilmente trabajaba su magia con los labios y la lengua, el oficial Calvin quedó asombrado por sus habilidades de garganta profunda. En un movimiento que lo dejó sin aliento, abrió las piernas, invitándolo a explorar su zona más íntima.El ritmo de sus cuerpos pronto se aceleró, con curvas voluptuosas de Crystals igualando las poderosas embestidas de los oficiales.Su encuentro prohibido los dejó a ambos satisfechos, con la esperanza de Clystal de que el oficial Calvin guardara su secreto seguro.