En un centro comercial bullicioso, un travieso ladrono joven es pillado en CCTV por un oficial de policía severo.El oficial rastrea al culpable de 18 años a su estación para interrogarlo.La juventud, visiblemente sacudida, intenta negar las acusaciones, pero el oficial presenta pruebas irrefutables de las imágenes de seguridad de la tienda.Ante la verdad, el adolescente se queda sin más remedio que admitir su culpabilidad.El oficial, en un tono firme pero compasivo, decide darle una segunda oportunidad al joven.Le instruye a 18-años que se desnude a su ropa interior como forma de castigo.La humillación de ser pillado robando se agrava con la exhibición pública de su cuerpo desnudo.El oficial que toma un giro sádico, ordena que la ropa interior del joven también se quite, dejándolo completamente expuesto y completamente a merced de la figura de la autoridad.El castigo sirve como una advertencia severa y un recordatorio de las consecuencias de unas acciones.